Fecha de publicación:
5 de marzo de 2020

La realidad virtual mejora la calidad de vida de las personas en cuidados paliativos, ayudando a la gestión del miedo, la ansiedad y el dolor

El número de personas que necesitan cuidados paliativos en nuestro país asciende a 228.000. Sin embargo, más de 80.000 personas mueren cada año sin recibir los cuidados necesarios. Este es un hecho que nos afecta a todos, ya que el 50% de la población va a necesitar dicha asistencia en la última etapa de su vida.

La principal problemática se sitúa en la falta de inversión en este ámbito por parte de las administraciones responsables. Un claro reflejo de ello es que únicamente contamos con 0,6 de los servicios especializados por cada 100.000 habitantes, cifra muy inferior a la que recomiendan organismos internacionales –alrededor de 2 puntos-.

¿Puede la realidad virtual mejorar la calidad de los cuidados paliativos?

Los cuidados paliativos son imprescindibles para gestionar de la mejor manera posible cualquier enfermedad grave, desde su diagnóstico hasta su posterior tratamiento. Un dato a tener en cuenta es que los cuidados paliativos no se aplican exclusivamente a enfermos terminales. Este tipo de asistencia también va dirigida a prevenir determinados efectos secundarios de una mediación, así como tratar cualquier perturbación emocional que pueda comportar la propia enfermedad, o su tratamiento. En síntesis, los cuidados paliativos tienen por objetivo mejorar la calidad de vida de aquellas personas que padecen una enfermedad que pueda conllevar cualquier menoscabo físico, psicológico o social. Y es en este punto, donde entran en juego las múltiples aplicaciones de la realidad virtual.

La realidad virtual, cuyo desarrollo ha irrumpido con fuerza en el campo médico estos últimos años, dibuja un escenario alentador en el marco de los cuidados paliativos.

El principal uso de la realidad virtual es conseguir que los pacientes se relajen durante su tratamiento

Una de las claves para que un tratamiento médico funcione es, entre otros muchos factores, que la persona que lo vaya a recibir mantenga una actitud positiva durante su aplicación. Este hecho, a priori simple, puede complicarse en tratamientos muy agresivos –como, por ejemplo, la quimioterapia- y en pacientes muy jóvenes y niños. El principal uso de la realidad virtual en cuidados paliativos es, precisamente, conseguir que los pacientes se relajen durante el tratamiento, apartando la ansiedad y el miedo. De este modo, se reduce el estrés de tener que enfrentarse a un proceso que, para muchos, puede incluso llegar a ser traumático.

Este mecanismo de evasión se consigue mediante la reproducción de imágenes virtuales hiperrealistas que provocan en el paciente la sensación de estar en el lugar que visualizan. Así mismo, esta es una experiencia totalmente personalizable, en tanto que puede adaptarse totalmente a los gustos del paciente: desde viajes por el espacio, hasta explorar la sabana africana.

Realidad virtual pediátrica

Desgraciadamente, los niños también son víctimas de enfermedades muy agresivas. Se estima que unos 9.200 niños en España necesitan cuidados paliativos (principalmente a consecuencia del padecimiento de enfermedades oncológicas).

Además, las enfermedades raras o poco frecuentes también son las protagonistas de estas cifras. El 57% de las personas con enfermedades raras son niños, causando una invalidez total en el 65% de ellas.

Como es de suponer, los cuidados paliativos en niños son muy distintos a los que pueden aplicarse en adultos, atendiendo a su propia fisionomía, que los hace más vulnerables. Así mismo, en numerosas ocasiones, hay niños que no han llegado a desarrollar el habla, lo que provoca una mayor complejidad a la hora de interactuar con ellos y saber cuáles son sus padecimientos y temores.

El uso de la realidad virtual hace más llevadera la enfermedad de los niños

En estos casos, la realidad virtual se utiliza como herramienta de distracción con el fin de reducir la intensidad del dolor y crear un entorno donde el niño se sienta seguro y feliz. Gracias a unas gafas de realidad virtual, los niños pueden visualizar un lugar donde les guste ir o pueden incluso jugar. Estas estimulaciones positivas consiguen que la mente del paciente esté totalmente inmersa en esa experiencia, reduciendo las molestias del tratamiento.

El uso de esta tecnología, que podría ayudar a muchos niños a hacer más llevadera su enfermedad y tratamiento, queda restringida a muy pocos hospitales. Actualmente, las unidades de paliativos pediátricas están sobrecargadas, y solo hay 3 que ofrezcan cuidados paliativos a domicilio, y que estén especializadas en niños que se encuentren en una fase aguda de la enfermedad: el Hospital de San Juan de Dios en Barcelona, Hospital Niño Jesús en Madrid, y Hospital Universitario Son Espases en Palma de Mallorca.

Realidad virtual en adultos

Principalmente, la realidad virtual en los cuidados paliativos en adultos se concentra en reducir el dolor y la ansiedad de los pacientes. Al evadirse mentalmente a un lugar que les produce bienestar, los niveles de serotonina aumentan, reduciéndose al mismo tiempo los niveles de estrés físico y emocional.

Este método puede acompañar a otros cuidados paliativos que esté recibiendo y puede ser especialmente útil para aquellas personas que están ingresadas por un período prolongado, o que deban acudir muy a menudo al hospital.

En este sentido, son muchos los hospitales que han apostado por implementar estas técnicas de realidad virtual, aunque su número sea insuficiente para poder abarcar la demanda que existe actualmente. Como ejemplo de ello, la Fundación Jiménez Díaz, y los hospitales universitarios Infanta Elena, Rey Juan Carlos y General de Villalba, han modernizado su Plan de Humanización de asistencia sanitaria recurriendo a la realidad virtual.

Otras aplicaciones de la realidad virtual

La realidad virtual va mucho más allá de los cuidados paliativos. Si bien es cierto que su función en dicho ámbito es fundamental para garantizar una mejora en la calidad de vida del paciente, es igualmente necesaria en otros ámbitos de la medicina como, por ejemplo:

· Formación de estudiantes de medicina

· Operaciones de cirugía

· Tratamiento preventivo contra el Alzheimer

· Reducción y lucha contra las fobias

· Tratamiento contra la obesidad

· Herramienta de ayuda para los niños con autismo

· Reducción del dolor del miembro “fantasma”

Sin duda, la realidad virtual es una tecnología destinada a complementar a la ciencia médica, ayudando en la recuperación y tratamiento de personas que padecen diferentes patologías. Estaremos atentos a sus próximos avances.

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