Aplicación de la tecnología en test para frenar la covid-19

Una vez más, la innovación y la tecnología han hecho posible la creación de nuevos test para detectar positivos de manera más rápida, segura y fiable.

Con 1 millón de fallecidos, y más de 32 millones de personas contagiadas, la Covid-19 va aumentando diariamente su incidencia a nivel mundial.

Con estos datos tan alarmantes, resulta necesario implementar medidas que consigan poner freno a su expansión y acabar, de una vez por todas, con esta pandemia y sus nefastas consecuencias.

Los test para detectar positivos son la base para controlar la transmisión del virus y reducir, progresivamente, el número de contagios. Pero ¿qué tipo de test es el más efectivo para ello?

Al margen de los tradicionales tests o pruebas para la detección de positivos de Covid-19 –pruebas PRC, test rápidos o análisis serológicos-, en estos últimos meses han aparecido nuevos test y, todos ellos, prometen ser los definitivos: rápidos, seguros y fiables.

Veamos cuáles son:

Dos compañías tecnológicas finlandesas han desarrollado un nuevo test rápido, basado en inteligencia artificial y similar a un alcoholímetro, que permitirá detectar, a través del aire exhalado, la presencia de coronavirus en una persona.

Este dispositivo cuenta con unos nanosensores que analizan el aire exhalado para detectar y medir unos biomarcadores, que genera el propio metabolismo humano, denominados COV (compuestos orgánicos volátiles). Así, dicho dispositivo transfiere directamente los datos a un software basado en inteligencia artificial, quien los analiza y emite un diagnóstico.

Su funcionamiento es muy simple. Para realizar el test el usuario deberá expulsar aire prolongadamente durante 30 segundos. Este proceso será repetido 4 veces y, en menos de 2 minutos, el test emitirá un resultado.

Esta podría ser una solución alternativa a los test rápidos actuales, cuya fiabilidad ha sido muy cuestionada, y a la PCR (siglas en inglés de “Reacción en Cadena de la Polimerasa”). Ésta última, aunque fiable, tarda varias horas en ofrecer los resultados.

El dispositivo, que se encuentra en fase de validación de su fiabilidad, podría permitir realizar test de diagnóstico por un coste estimado de 2€.

Este innovador proyecto español, dirigido por la profesora del Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología, Laura Lechuga, se basa en la nanotecnología biosensora óptica para identificar la presencia de Covid-19 en las muestras de saliva extraídas del paciente.

Se trata de un prototipo de dispositivo que dispone de un funcionamiento similar a un glucómetro: cuenta con unas tiras donde se deposita la muestra de saliva del paciente. El dispositivo tiene integrado un biosensor nano-intergerométrico que es capaz de identificar la unión de las moléculas del coronavirus. Los bioreceptores presentes en la superficie del sensor están compuestos por un antígeno del virus –la proteína de espiga S-, que logra atrapar y capturar a las moléculas del virus.

De esta forma, cuando se identifica y se captura una molécula del coronavirus, se produce un cambio en el índice de refracción, lo que comporta que la luz cambie su dirección de desplazamiento. Este cambio se puede medir y ofrecería un resultado instantáneo y preciso de la presencia del virus en la muestra extraída.

Además de la rapidez y la precisión, este test cuenta con otras múltiples ventajas. Podría ser utilizado para realizar mediciones de otros virus o coronavirus simplemente cambiando la tira que se coloca sobre el dispositivo. Asimismo, al detectar al virus entero –y no las proteínas de éste, como ocurre con las PRC- sus resultados son totalmente fiables, evitando los falsos positivos.

Finalmente, otra cuestión a destacar es que, no sólo detecta la presencia del virus, sino que también emite un resultado respecto de la carga viral del paciente, aspecto muy relevante para poder estudiar la evolución del virus.

Los Investigadores del Centro de Astrobiología, han aplicado la tecnología utilizada para la detección de rastros moleculares de vida en Marte para desarrollar un nuevo test de diagnóstico de Covid-19.

Este proyecto, denominado SCOVAM, se basa en un método de detección por fluorescencia, que identifica los anticuerpos presentes en la muestra de sangre extraída del paciente creados por el organismo, para combatir a la Covid-19. Pero, a diferencia de lo que ocurre con los test rápidos o pruebas serológicas, este dispositivo utiliza varias proteínas del virus para atrapar a los anticuerpos, permitiendo la identificación de patrones antigénicos del virus.

Asimismo, dispone de una mayor sensibilidad que los test tradicionales, ya que es capaz de detectar una menor cantidad de anticuerpos. En este sentido, sus creadores aseguran que este test ha logrado alcanzar una coincidencia superior al 91% respecto de los test convencionales, corrigiendo falsos negativos de las pruebas PCR.

Si bien es cierto que la técnica de detección de anticuerpos por fluorescencia puede tardar alrededor de 3 horas en ofrecer un resultado, puede operar de forma mucho más rápida: con este método se podrían analizar unas 96 muestras de manera simultánea y sus resultados quedan registrados en soporte digital de manera automática.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Hokkaido –Japón- ha diseñado una nueva prueba de microfluidos capaz de detectar anticuerpos contra una infección viral en tan sólo 20 minutos. Este dispositivo, desarrollado en un inicio para detectar casos de gripe aviar, se ha adaptado para identificar casos positivos de Covid-19.

Funciona de la siguiente manera: se extrae una muestra y se mezcla con un suero reactivo fluorescente, dejándola reposar unos 15 minutos antes de depositarla en el dispositivo de microfluidos. Este suero reactivo provoca la unión de una proteína marcada con fluorescencia al anticuerpo generado como respuesta a la infección por Covid-19.

De este modo, cuando la muestra se introduce en el dispositivo de microfluidos, un analizador portátil de polarización de fluorescencia, mide la señal de fluorescencia e indica si el anticuerpo está presente en la muestra examinada.

El proceso, desde que se extrae la muestra, hasta que se obtiene un resultado, dura alrededor de unos 20 minutos, lo que supone un gran avance en comparación con el tiempo de obtención de resultados en las pruebas PRC, por ejemplo.

Estos son sólo algunos ejemplos de cómo la tecnología ha ayudado a innovar y a crear dispositivos de detección de contagios por Covid-19 más rápidos, seguros y fiables. Esperamos que todos estos proyectos se conviertan en realidad y muy pronto podamos disfrutar de sus ventajas.

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